¡A la polaca!

Por Yuris Nórido

Raúl Martín ha tomado un texto de Tadeusz Rozewicz y ha armado una puesta deliciosa, juguetona e inquietante. Hay que decirlo: Raúl Martín tiene buena mano para montar verdaderos espectáculos: toma una obra y la “reescribe” maravillosamente sobre la escena. Su compañía Teatro de la Luna ha protagonizado uno de los estrenos de la Semana de Teatro Polaco que tuvo lugar días recientes en La Habana: Matrimonio blanco.

Raúl Martín incluye en esta historia bien polaca guiños de una “cubanía” pirotécnica. Uno pudiera pensar que son un poco impostados, teniendo en cuenta que descentran el sentido del espacio y el tiempo. Pero de eso precisamente se trata: de “desbaratar” el edificio contextual para que los conflictos queden en primerísimo lugar. Todo es tan lúdico, tan brillante, tan alborotador… que el montaje termina redondeándose en un devenir casi barroco. Deslumbra la vocación coreográfica de Raúl Martín: el movimiento escénico está marcado con exquisita plasticidad. Es como un ballet, en el que la pose adquiere valor de altísimo vuelo estético. Y de la dirección de actores y la caracterización no hablemos mucho: ¡el elenco está en espléndida forma!

Matrimonio blanco subirá de nuevo a la escena en los próximos meses. ¡Esté atento!